El frío de otoño
reseca la helada noche
que se deshoja,
adios gélido de verano
que va pasando las hojas
de un libro en blanco,
la madrugada no asoma
aunque nunca llegó tarde
talvez debamos sentarnos
a esperar sobre el tronco ajado
del viejo arbol,
no vale lamentarse
sólo vale disfrutarlo
sentir su aroma
latirse, palpitarlo.
M.C,Y
sábado, 24 de septiembre de 2011
viernes, 6 de mayo de 2011
Suscribirse a:
Entradas (Atom)