Y Quiso Dios que los animales bajaran al Refugio

y quiso pintar el cielo de colores para mi

domingo, 31 de mayo de 2009

Bartolito




Bartolito era un niño que vivía en el Valle de Abdalajis, un bonito pueblo, en la sierra Malagueña. Bartolito era inquieto, divertido y con una imaginación portentosa, cada mañana salía a pasear por las erosionadas montañas que rodeaban su pueblo y al volver los otros chiquillos le esperaban para escuchar las historias que bartolito solía contarles.
Esta mañana, como tantas otras, de regreso a su refugio, encontró sentados alrededor de un pequeño manantial, junto a los lavaderos públicos, a un grupo de muchachos, todos tenían sus ojos puestos en Bartolito que recorría el camino de regreso cantando canciones extrañas que nunca nadie había oído, pues sus letras eran producto de su imaginación, uno de los muchachos le gritó:
-“Barti” ven y siéntate un ratito a la sombra del viejo sauce y cuéntanos en qué aventura has estado envuelto hoy.
El pequeño niño accedió y se sentó sobre una piedra con los pies sumergidos en el agua cristalina y tras refrescarse y tomar aliento empezó a relatar una de sus historias:
- “esta mañana bien temprano tome un cubo de leche recién ordeñado y saltando de risco en risco llegué a una pequeña grieta que hay en la sierra, cruzando la abertura hay una pequeña cueva donde viven dos pequeñas crías de cabra montés, han perdido a su madre, y yo cada mañana les llevo un cubo de leche recién ordeñado, para que puedan alimentarse, su padre siempre me vigila con su enorme cornamenta y su cara de pocos amigos, pero yo hago como que no le veo y me deslizo por las piedras hasta llegar a la cueva, los pequeños ya me conocen y vienen con sus hociquitos humedecidos a recibir su alimento, veo en sus ojitos chispeantes el agradecimiento y el cariño que me procesan y eso me hace sentir bien; al salir de la cueva, por un descuido, metí el pié en una raja y quedé enganchado, creí que nunca más volvería a salir de allí y empecé a sentir miedo, el macho montés, que seguía vigilando, empezó a berrear y pronto apareció una enorme sombra revoloteando sobre mí, no sé cómo ocurrió, porque todo ocurrió bien deprisa, pero noté unas enormes garras sobre mis hombros y en breves segundos me vi volando a una altura que jamás había soñado, me agarré bien fuerte a las patas del enorme buitre y sobrevolé toda la sierra, no sé porqué pero el miedo desapareció ante el placer que me produjo saber que estaba volando; sentí un poco de temor al pasar por delante del sol, porque recordé la historia de ICARO y dédalo al que se le quemaron sus alas de cera, después fuimos descendiendo y me dejó un poco más allá al borde del camino.
- Los ojos de aquellos muchachos estaban abiertos por la incredulidad, pues evidentemente ninguno creía las historias de bartolito aunque a todos les gustaba escucharlas para reírse. Uno de ellos le increpó diciendo:
- ¡ cada día estas más loco Barti! Cualquier día nos dirás que has estado en casa de un nomo o de un duende.

El pequeño niño, lejos de enfadarse, con su carácter jovial, reía a piernas suelta y decía no me creáis, no me creáis, algún día tal vez os sorprenda, pero no será hoy, porque hoy he de irme, vosotros seguid ahí sentados viendo la vida pasar por delante de vuestras narices, yo prefiero vivir.

De regreso a casa, el pequeño niño, seguía cantando sus peculiares canciones,

miércoles, 27 de mayo de 2009

A estas horas pudo brotar el primer pensamiento, el único, del cual nacieron todos los pensamientos restantes, a estas horas, en las que el sándalo mezcla su aroma con el de la dama de noche y el jazmín enreda su perfume sobre la oscuridad de las encaladas fachadas y las cubre de estrellas blancas y brillantes al rocío…. Si, es seguro, el primer pensamiento fue estimulado por un aroma, un aroma en el que se comprenden miles de aromas, el primer aroma o tal vez el último, todo en las sombras es confuso, como confusa es la noche, esa noche, la primera noche, la única, o todas las noches… y pudo ser a estas horas, horas en las que el silencio se eterniza

Tristeza

Vete tristeza, vete,
no vuelvas a asomarte a mi ventana
como lluvia de otoño,
no chasquees en las hojas secas
de los caminos del alma,
no despiertes los vientos de la incertidumbre,
vete tristeza, vete,
no vuelvas con tu carga de sinsabores,
llevate tus tormentas, tus dolores,
dejame vivir una paz duradera.

mcy

lunes, 25 de mayo de 2009

Linares de la Sierra

Tal vez el amor no crezca en una maceta
por mucho que lo riegues,
ni en un arroyo donde acendosas
lavan paños las mujeres,
ni en las ramas de los arbustos
donde los tienden,
tal vez el amor no esté en una fuente
con cuatro caños benditos
ni en una calle empedrada,
ni en un rincón florecido
tal vez el amor no esté
en las techumbres rosadas
ni en los balcones floridos,
ni en las calles encaladas
ni en la frescura encantada
de la presa y su camino,
tal vez el amor no esté
en ninguno de estos sitios
pero no me cabe duda
"Tú lo tienes escondido.

jueves, 14 de mayo de 2009

"pal Vietnamita"


Tuviste que marchar al otro lado del mundo
para estar más cerca de todos,
perderte en los cauces silenciosos,
para que pudieramos oir tu voz,
adentrarte en selvas misteriosas
para que todos descubrieramos tus misterios,
Caminas por calles olvidadas,
y cada paso acorta tu distancia
entre luces que hablan otra lengua
entre rios que cantan canciones nuevas,
eres la voz que perdura,
y los ojos que ven por nosotros,
como la sombra perpetua
que nunca nos abandona.

martes, 5 de mayo de 2009

Rosal

Al rosal florido
que sangra belleza,
escalando en la piedra
del muro dormido.

domingo, 3 de mayo de 2009

Hoy quiero felicitar a todas las Madres y a las dos mías en especial, a mi mamá carmen la biológica, por tantos años de cuidados y de dedicación, por sus faltas de sueño cosiendo cuatro retalillos, para que salieramos a la calle como principitos, recorriendo el mercado todas las mañanas para ver quien tenías la fruta a mejor precio, para que en casa no faltara de nada, ahora que vivo en otro mundo, donde gente de mi generacion, tenia que irse desde niños al cortijo de cualquier señorito para coger aceitunas de sol a sol, valoro aun más la vida que nuestros padres nos dieron, a mi me llevaban el desayuno a la cama en mi cacillo de lata, mientras otros niños de mi edad, con los deditos ateridos de frío llevaban dos horas hurgando en el hielo un puñado de aceitunas negras, para que la familia pudiera sobrevivir, gracias por tanto bienestar y gracias tambien a mi otra mamá la tita Antonia, no tuvo hijos naturales, pero tuvo la suerte o la desgracia de tener una familia muy prolífica, con muchos niños a quien curar un dolor de oidos por la noche, con pañitos calientes o con lo que fuera, pero a la hora que fuera ella siempre estuvo allí como una madraza que tenía que cuidar de todos nosotros, un beso y un homenaje tambien para ella. Gracias "Mama-tita". y un beso tambien para tí en el día de las madres.